MI ENCUENTRO CON UN QUERUBE.

No me arrepiento de lo que he soñado
como tampoco de con quién estuve
embelesado en una linda nube
que anteriormente había pergeñado.

En ella, como nadie haya gozado
gozamos, pues quién no con un querube
que en el cielo encontraba y al que tuve
de mí tremendamente enamorado.

Eso me pareció por la dulzura
que en sus caricias empleó sin tino,
plenas de la más pura fantasía,

trasladándome allende la locura
a un reino que si no fuera divino
con holgura ser tal merecería.

Acerca de cristinovidal

Jubilado, toledano y residente en Madrid. Escribo poesía por entretenimiento.
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